Juan José González, Director de Negocio de Oficinas y Sanidad, Signify

Tanto el gas natural como el petróleo están costando en los últimos tiempos cerca del doble de lo que costaban hace un año y en algunos países se están registrando los precios de la energía más altos de la historia. Las consecuencias no deseadas son una elevada inflación, un menor gasto de los consumidores y las dificultades en los meses más fríos, cuando a las empresas les resultará más caro calentar los edificios y a los consumidores calentar sus hogares.

La iluminación representa un 12% de la electricidad que se consume cada año en el mundo. La iluminación inteligente basada en IoT puede reducir los costes energéticos relacionados con la iluminación hasta en un 80%, lo que supone un paso importante en el camino hacia la sostenibilidad. Representa una medida mínimamente disruptiva pero significativa que nos permitirá ganar tiempo mientras tomamos las medidas más complejas que exigirán las crisis energética y climática interconectadas.

Sistemas inteligentes escalables, la nueva normalidad

Muchas organizaciones están reconsiderando sus espacios de trabajo para abordar los cambios en los hábitos de trabajo. Los sistemas flexibles y conectados que pueden crecer y adaptarse fácilmente, serán cada vez más comunes y necesarios a medida que cambian las necesidades de las empresas.

En este sentido, los sistemas inteligentes escalables pueden respaldar los estilos de trabajo híbridos y fluidos que, según los expertos, se convertirán en la nueva normalidad. Pero estos sistemas pueden hacer algo más que ayudar a asegurar el futuro, también pueden hacer que las oficinas y los edificios de oficinas sean más sostenibles en la actualidad. Conseguir la neutralidad de carbono en los edificios puede ayudar a atraer y a retener a los mejores talentos, en especial a los más jóvenes, y puede mejorar la imagen de una empresa al mismo tiempo que ayuda a contribuir a acciones y objetivos frente al cambio climático.

Las cifras sin duda son impactantes. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, “Los edificios y la construcción representan juntos el 36% del uso global de energía final y el 39% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía cuando se incluye la generación de energía”. Los edificios representan el 40% del presupuesto energético total de la Unión Europea. Cuando se considera que los edificios de oficinas representan el 29% de los inmuebles comerciales del mundo, el potencial del sector para ejercer influencia, ya sea para bien o para mal, se vuelve obvio. En Europa, por ejemplo, cada año, solo el 1% de los edificios se someten a renovaciones eficientes en términos de energía. Triplicar ese porcentaje al, todavía bajo, 3% por año contribuiría en gran medida a lograr los objetivos del Green Deal europeo en materia de neutralidad de carbono, eficiencia energética y energías renovables.

Renovación, sensores y sostenibilidad

Las iniciativas de acción climática globales y regionales pueden dar a los propietarios e inquilinos de inmuebles comerciales el impulso, y en algunos casos los fondos, para emprender renovaciones de edificios sostenibles a gran escala. Pero el viaje también puede comenzar a una escala más modesta. La renovación de la iluminación de un edificio con un sistema basado en LED de bajo consumo e inteligente puede reducir el uso de energía relacionado con la iluminación hasta en un 80%. Dado que del 10% al 20% del presupuesto total de energía de un edificio normalmente se destina a la iluminación, esto puede marcar una diferencia significativa.

Un sistema de iluminación inteligente escalable puede hacer incluso más que reducir radicalmente el uso de energía. Esos sistemas pueden albergar aplicaciones conectadas impulsadas por sensores que maximizan la eficiencia operativa al tiempo que ofrecen una mayor comprensión y control del entorno iluminado. Desplegados en la infraestructura de iluminación física, los sensores pueden detectar eventos y recopilar datos sobre una amplia gama de factores, incluidos los niveles de iluminación natural, la temperatura y la humedad. El sistema puede utilizar estos datos para ajustar automáticamente el uso del sistema de aire acondicionado, calefacción y ventilación (HVAC) y la iluminación. A medida que un espacio se llena de luz solar por la tarde, requiere menos luz artificial y más enfriamiento, siendo a la inversa a medida que cae la noche.

Los sensores también pueden recopilar datos de ocupación, que luego se pueden analizar a lo largo del tiempo para identificar con precisión el uso del HVAC y de la iluminación. Después de todo, ¿para qué calentar un pasillo, una estancia o incluso una planta entera si nadie la está usando? Si los patrones de uso muestran que algunos espacios de oficinas se infrautilizan de forma continuada, el análisis de datos puede incluso ayudar a las organizaciones a reducir la huella de carbono de sus inmuebles. Cuando las luminarias LED ofrecen conectividad en sí mismas, puedes empezar a disfrutar los beneficios inmediatos de la iluminación sostenible desde el día que las enciende. Luego, cuando sea conveniente en el futuro, se pueden agregar capacidades más avanzadas para la organización.

En una era de capital socialmente responsable, hay un “efecto halo” asociado con la búsqueda de iniciativas de sostenibilidad. Las operaciones con cero emisiones de carbono son un diferenciador para una empresa y las prácticas ecológicas hacen que las organizaciones sean más atractivas para el talento y tienden a aumentar sus niveles de satisfacción.

Hoy, LED; mañana, sensores; al día siguiente, aplicaciones basadas en datos. Esto es lo que puede hacer una plataforma de iluminación inteligente escalable. La buena noticia es que se puede lograr la sostenibilidad al mismo tiempo que se reducen los costes operativos y hace que el lugar de trabajo sea más saludable y esté más centrado en las personas.

Juan José González

Director de Negocio de Oficinas y Sanidad, Signify