Javier Blanco, Socio Director

   Espacio Aretha

Ha llegado una nueva revolución para quedarse con nosotros. Una revolución de alcance aún desconocido que transformará las ciudades en las que vivimos y las nuevas que se diseñen, que cambiará la estructura y fisionomía de los edificios, la manera en que los seres humanos nos relacionamos y comunicamos y el modo en el que interactuamos con los mundos tangible e intangible en los que vivimos.

Internet supuso una primera ola en la transformación de la realidad en la que hoy nos desenvolvemos. Pero el IOT, acrónimo de Internet of Things o Internet de las cosas, da un salto cualitativo y cuantitativo que acelerará de manera exponencial el devenir futuro de la realidad hoy conocida. No hablo acerca de hecho futuros que se vislumbren en escenarios a 15 o 20 años. Estoy hablando de transformaciones que ya hoy palpamos y que en 2-3 años comenzarán a transformar de manera radical actividades cotidianas, las telecomunicaciones, la telepresencia, la realidad virtual o la realidad aumentada, que hoy nos parecen tan sólo un juego. El internet de las cosas permite que los objetos nos hablen, que nos transmitan la información necesaria para tomar decisiones adecuadas, que nos aporten datos valiosos que antes era imposible imaginar que pudieran ser medidos. Además podemos obtener esa información sin esfuerzo a un coste ínfimo mediante pequeños microchips que apenas podemos percibir. Y por supuesto algo que ya está en el punto de mira de este nuevo entorno tecnológico son los edificios y los entornos de trabajo de grandes, medianas y pequeñas corporaciones.

Existen ya aplicaciones en el mercado que constituyen una herramienta potente para el empleado quien, con una simple App cargada en su Smartphone, podrá personalizar y parametrizar su entorno de trabajo. También le dará acceso a la información de los servidores de su empresa desde cualquier otro edificio corporativo de su compañía en cualquier parte del mundo, o desde cualquier cliente que previamente le haya acreditado antes de llegar.

Esa misma aplicación podrá permitir al facility manager la gestión de salas o de asignación de puestos de trabajo en una planta, integrar la aplicación  con los sistemas de detección de incendio, con los sistemas de control de acceso, con los sistemas de control de presencia, con los sistemas de climatización e iluminación…. También se podrá optimizar el uso de los recursos energéticos, conocer la trazabilidad de un objeto o de una persona en el espacio o el historial “clínico” de los objetos ( vida útil, vida real, mantenimientos realizados, mantenimiento programados….).

Se trata de generar un ecosistema tecnológico de información que permita que todas las cosas se comuniquen entre sí y a su vez con la persona con quien las utiliza.

Facilitar, integrar, personalizar, optimizar recursos, flexibilizar los edificios, conectarlos con otros edificios, conectar e integrar ciudades. Conectividad total para generar información cuyo uso inteligente permitirá a usuarios, propietarios de edificios y gestores de los mismos obtener un uso eficiente de los espacios, de los recursos, de la energía necesaria para mantenerlos vivos.

El internet de las cosas hace necesario que cualquier proceso de diseño de sede corporativa integre en la fase preliminar de consultoría las relaciones entre personas y equipos, el uso estimado de los espacios, el diseño corporativo, los equipos informáticos,  la planificación de los espacios de reunión, de concentración, de colaboración, o las instalaciones de clima e iluminación. También  debe proyectarse simultáneamente el entorno tecnológico  para que el IOT nos ayude a que eso que hoy proyectemos y diseñemos podamos  controlarlo, analizarlo, monitorizarlo y modificarlo en  el día a día del edificio, tanto a nivel global como por tipología de espacio, equipos, muebles y  compartimentaciones.

Las cosas ya nos hablan: hemos de querer escucharlas y para ello debemos estar preparados y dotarnos de las herramientas necesarias.

En realidad el futuro ya está aquí. La segunda ola ya ha llegado.

Fco. Javier Blanco Pascual

Socio Director

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