¿Cómo impactarán las consecuencias de esta pandemia en el diseño y construcción de los edificios de oficinas?
El virus no va a provocar cambios sustanciales en el diseño de los edificios de oficinas pero inevitablemente tendrán que pasar por el «filtro sanitario» confirmando que sus espacios son seguros, fácilmente limpiables y adaptables a la distancia social recomendada. Las certificaciones LEED ,Well y MODELO AEO tendrán que recoger las nuevas recomendaciones, incluso el CTE tendrá un apartado sobre «acciones sanitarias en la edificación». Por otro lado, en los nuevos proyectos se buscarán espacios más abiertos, fomentando las terrazas ligadas a las oficinas, espacios ajardinados, escaleras abiertas, zonas de desinfección en los accesos, materiales de terminación antivirales, etc. También se desarrollarán los sistemas para que el edifico sea 100% «contactless» generalizándose el reconocimiento facial y la activación por gestos. Al final creemos que esta pandemia consolidará tendencias que estaban entrando en los edificios donde la tecnología, el móvil, AI y el IoT serán los protagonistas al igual que los conceptos ligados a la experiencia green y well. Con referencia a la flexibilidad y mezcla de usos en los edificios se tendrá que chequear cómo su diseño es de resiliente y su capacidad para hacer frente a acontecimientos poco probables como pandemias. Las instalaciones de freecooling y ventilación natural contaran con filtros más exigentes que los actuales y sectorizados por zonas, fomentándose los sistemas de radiación frio-calor que necesitan menor movimiento de aire. En definitiva, que el edificio transmita en si mismo una imagen de «healthy building» para no producir una presión mental negativa en las personas que vayan a utilizarlos y esté garantizada su salud.
¿Será necesario revisar los criterios de implantación de puestos y áreas de trabajo?
Lógicamente el distanciamiento social tendrá que ser facilitado pero en mi opinión como opción transitoria, ya que la eficiencia de los equipos de trabajo y estructuras empresariales seguirán basadas en gran medida en el trabajo en espacios colaborativos. Se tendrá que competir con el teletrabajo que se confirmará bastante incompatible con la vida familiar para consolidarlo más allá de una opción circunstancial: el ser humano necesita relacionarse y más aún si se quiere sacar de él su mejor talento. Lo que sí, como ya he comentado, es que se van a reacelerar cambios que ya ese estaban poco a poco consolidando como la implantación tecnológica de nueva generación (dispositivos contactless y de captación de datos), eficiencia en los mantenimientos y mayor valoración de los aspectos que impactan directamente al confort físico y mental de los trabajadores. Se dejará de hablar de unidades de «workspaces» para hablar de «comfortspaces«, es decir la cantidad de personas que pueden trabajar en un edificio en condiciones saludables. Lógicamente el nuevo mobiliario se tendrá que adaptar a materiales o tratamientos antivirales o bactericidas, los cuales existen actualmente en el mercado pero no están generalizados.
En definitiva las empresas mantendrán provisionalmente un porcentaje de su plantilla en teletrabajo para no tener que revisar o cambiar su fitout con un coste no asumible en este momento. Cumplirán con las exigencias sanitarias transitorias y, a medio plazo, volverán a recuperar la eficiencia de los espacios que tienen a su disposición, ya que es muy difícil tener la plantilla en casa y poder inculcar el espíritu de empresa, fomentar la creación de talento de la gente joven y crear espíritu de equipo en donde se basa principalmente innovación.