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Las decisiones sobre la oficina son cada vez más estratégicase impactan en la salud financiera y el éxito empresarial
La AEO celebró un Desayuno de trabajo en el que se puso énfasis en las percepciones y las realidades que se dan en el sector económico de las oficinas desde una perspectiva financiera y de inversión.
En “Mitos y Realidades de las Oficinas”, José Ramón Iturriaga, socio de Avante Asesores, se abordaron los aspectos financieros y de inversión vinculados a las nuevas prácticas empresariales, la tecnología o la productividad en los nuevos espacios de trabajo.
Según Iturriaga, en un mundo remodelado por la pandemia, la transformación de las prácticas empresariales ha desencadenado un impacto financiero sustancial en el sector de las oficinas. El cambio hacia modelos de trabajo híbridos y espacios de oficina más flexibles no es solo una respuesta a una necesidad cultural, sino también una estrategia financiera astuta. Según José Ramón, “esta transición permite una reducción significativa en los costos fijos, optimizando la asignación de recursos. Las empresas, al adaptar sus espacios de trabajo, no solo reducen los costos de alquiler y mantenimiento, también se benefician de
un incremento en la productividad del empleado, lo que se traduce en un mejor rendimiento financiero global”.
“La demanda de oficinas más adaptables y equipadas con tecnología avanzada ha alterado la estructura de precios del mercado inmobiliario”
, explica José Ramón. Este fenómeno ha creado oportunidades para inversores y desarrolladores que ahora buscan activos con potencial de reestructuración y modernización, anticipando mayores retornos de inversión a medida que las necesidades de las empresas evolucionan.
Iturriaga también abordó la incorporación de tecnología en los espacios de trabajo, que calificó de inversión crucial para las empresas modernas. “La digitalización de las oficinas no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también aumenta la atracción de estos espacios para los inquilinos y, por ende, su valor en el mercado”, enfatizó José Ramón. Las oficinas equipadas con tecnología avanzada, como sistemas de gestión de edificios inteligentes y soluciones de trabajo remoto integradas, se están convirtiendo en un activo más valioso en el mercado inmobiliario.
En cuanto al bienestar en el espacio de trabajo “no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino una decisión financiera acertada.
Una mejor calidad del ambiente de trabajo se traduce en una reducción de los costos de salud, reducción del absentismo laboral y en una mejora de la productividad”
, opinó Iturriaga. Al considerar el costo-beneficio, las empresas que invierten en la salud y el bienestar de sus empleados ven un retorno a través de una menor rotación de personal y un aumento en la satisfacción laboral, lo que finalmente se refleja en los resultados financieros.
La capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios en las demandas del mercado se ha convertido también en un componente esencial de la estrategia financiera de las corporaciones. “Las empresas que pueden reconfigurar rápidamente sus espacios de trabajo en respuesta a las tendencias emergentes estarán mejor posicionadas para afrontar desafíos futuros”, indica José Ramón. Esta flexibilidad no solo reduce los riesgos financieros asociados con el espacio de oficina, sino que también proporciona una ventaja competitiva en la atracción y retención de talento.
El futuro de las oficinas promete ser un híbrido de flexibilidad, tecnología avanzada y bienestar. “Esta evolución constante presenta tanto un desafío como una oportunidad para maximizar el valor financiero y la sostenibilidad a largo plazo”, concluye José Ramón Iturriaga. A medida que las empresas continúan navegando por este paisaje cambiante, las decisiones sobre el espacio de oficina se vuelven cada vez más estratégicas, influyendo directamente en la salud financiera y el éxito empresarial.