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Visita al Edificio Ombú de Madrid

El edificio OMBÚ, así denominado por la calle donde se ubica en la zona de Méndez Álvaro de Madrid, acogió el pasado 18 de abril una de las visitas técnica guiadas que más interés ha despertado en los últimos tiempos. Su singularidad como edificio industrial de principios del SXX en el centro de Madrid y el proyecto y trabajo de rehabilitación llevado a cabo por ACCIONA, su propietario, hicieron de esta visita un viaje en el tiempo dentro del mismo edificio.

OMBÚ se construyó en 1905 para albergar una nave de motores de la antigua Sociedad de Gasificación Industrial. Proyectado por Luis de Landecho, el edificio fue uno de los emblemas de la expansión económica de Madrid que, de la mano de los estudios de arquitectura Foster+Partners y Ortiz.León, se ha transformado en un singular complejo de oficinas, con los estándares de sostenibilidad y eficiencia energética más elevados.

El edificio lo adquirió ACCIONA en 2017 tras muchos años en desuso. Sobre él ha desarrollado un proyecto que aprovecha los muros de carga existentes y el histórico recubrimiento del edificio, de unas 10.000 toneladas de ladrillo original, que sirve como ejemplo de conservación y de mitigación del impacto medioambiental.

Dentro de la envolvente, se ha insertado una estructura reciclable y desmontable hecha de madera de origen sostenible, procedente de bosques locales que posibilita una flexibilidad espacial, al mismo tiempo que integra iluminación, ventilación y otros servicios. Un lucernario central aporta luz natural al interior reduciendo la necesidad de iluminación artificial, mientras que el acristalamiento incorpora tecnologías fotovoltaicas que generan electricidad.

De otro lado, la creación de un nuevo patio ofrece la opción de trabajar cómodamente en espacios de trabajo al aire libre y áreas para reuniones informales dentro de un parque de 12.000 metros cuadrados con 350 nuevos árboles de especies locales seleccionadas cuidadosamente para reducir el consumo de agua.

Su impacto medioambiental es compatible con el objetivo inicial de 2°C del Acuerdo de París y su huella de carbono ha sido medida y controlada cuidadosamente. El diseño reduce un 25% el carbono embebido comparado con una obra nueva durante todo el ciclo de vida del proyecto, incluyendo una reserva para futuras renovaciones. La energía operativa se calcula que es un 35% menor a las expectativas normales.

La visita comenzó con un café de bienvenida y network, la presentación del proyecto a los asistentes y un recorrido pormenorizado de los diferentes espacios del edificio y su entorno.